Porque he llamado y habéis rehusado oír, he extendido mi mano y nadie ha hecho caso; … Habéis desatendido todo consejo mío, y no habéis deseado mi reprensión;
Proverbios 1:24,25 (LBLA)
Hay muchas veces en la vida que buscamos ser independientes, queremos ser los dueños de nuestras vidas. La independencia es prometida por la sociedad, declarándonos que somos “libres, soberanos e independientes”, la cual nunca es lograda en realidad por la sociedad. Todas las naciones dependen económicamente de otras naciones, ninguna de ella sobreviviría sin lo que las demás se le provean.
En verdad, todos somos esclavos de nuestras propias limitaciones, criterios propios, y conceptos falsos de la verdad. Creyéndonos capaces de tomar nuestras propias decisiones, no buscamos el sabio consejo que otras personas pudieran darnos, considerando que ya no hay nada que alguien pueda aportar a nuestras vidas.
Por nuestra necedad y rebelión nos hemos enceguecido, en nuestro propio orgullo, pretendiendo que somos dueños y soberanos de nuestro destino. No hacemos caso al consejo de personas que han vivido, que han experimentado los altibajos de una larga vida, que aún con sus fracasos han aprendido las cosas que no deberían de hacerse.
El éxito no puede ser logrado en nuestra propia autonomía personal, sino por medio de la disposición de permitirles a otros el derecho de hablar a nuestras vidas. Voluntariamente, debemos de permitirle a personas sabias y entendidas a que puedan guiar, aconsejar, y aún corregirnos. En ello encontraremos el premio de un destino lleno de satisfacción personal, librándonos de la frustración de tener que sufrir los fracasos constantes, porque no estuvimos dispuestos a atender al sabio consejo.
Monday, February 28, 2011
Monday, February 21, 2011
SABIDURIA, APRENDIENDO A RECIBIR CORRECCION...
Volveos a mi reprensión: he aquí, derramaré mi espíritu sobre vosotros, os haré conocer mis palabras.
Proverbios 1:23 (LBLA)
Hay una gran diferencia entre el conocimiento humano, terrenal y natural, y el espiritual, que proviene de Dios. Lo natural siempre se apega a lo natural y lo espiritual solamente puede ser entendido con los instrumentos espirituales.
Dios nos habla por diferentes medios y maneras, usa las circunstancias de la vida, las personas que menos esperamos, nuestros líderes (como padres, pastores y maestros), Su Palabra, e indiscutiblemente, Su Espíritu que mora dentro de nosotros. Muchas veces, por las presiones y ocupaciones de la vida, el cansancio, o el orgullo que enceguece nuestras vidas, aunque Dios desea hablar, guiar y, hasta corregir nuestros pasos no deseamos escuchar. Su Espíritu como una voz suave y apacible habla, pero no estamos dispuestos a oír, atender y tomar los pasos requeridos para corregir las cosas que están equivocadas en nuestra vida.
Cuando sinceramente disponemos nuestro corazón diariamente para atender a Su voz, Su Espíritu empieza a hablarnos y enseñarnos las cosas que están individualmente en el corazón de Dios. Hay cosas que van más allá del conocimiento humano, aunque absorbamos todo lo que hay que aprender (humanamente hablando), todavía no alcanzaríamos a saber lo que está en Su entendimiento.
La sabiduría es alcanzada cuando aprendemos de Dios, llevándonos a un nivel de entendimiento mayor al natural. Porque hemos conocido a Dios y las cosas de Dios, hasta el fin podemos conocer y entender al hombre.
Proverbios 1:23 (LBLA)
Hay una gran diferencia entre el conocimiento humano, terrenal y natural, y el espiritual, que proviene de Dios. Lo natural siempre se apega a lo natural y lo espiritual solamente puede ser entendido con los instrumentos espirituales.
Dios nos habla por diferentes medios y maneras, usa las circunstancias de la vida, las personas que menos esperamos, nuestros líderes (como padres, pastores y maestros), Su Palabra, e indiscutiblemente, Su Espíritu que mora dentro de nosotros. Muchas veces, por las presiones y ocupaciones de la vida, el cansancio, o el orgullo que enceguece nuestras vidas, aunque Dios desea hablar, guiar y, hasta corregir nuestros pasos no deseamos escuchar. Su Espíritu como una voz suave y apacible habla, pero no estamos dispuestos a oír, atender y tomar los pasos requeridos para corregir las cosas que están equivocadas en nuestra vida.
Cuando sinceramente disponemos nuestro corazón diariamente para atender a Su voz, Su Espíritu empieza a hablarnos y enseñarnos las cosas que están individualmente en el corazón de Dios. Hay cosas que van más allá del conocimiento humano, aunque absorbamos todo lo que hay que aprender (humanamente hablando), todavía no alcanzaríamos a saber lo que está en Su entendimiento.
La sabiduría es alcanzada cuando aprendemos de Dios, llevándonos a un nivel de entendimiento mayor al natural. Porque hemos conocido a Dios y las cosas de Dios, hasta el fin podemos conocer y entender al hombre.
Monday, February 14, 2011
SABIDURIA, LA DISPOSCICION DE APRENDER...
¿Hasta cuándo, oh simples, amaréis la simpleza, y los burladores se deleitarán en hacer burla, y los necios aborrecerán el conocimiento?
Proverbios 1:22 (LBLA)
Una de las mayores contradicciones a la sabiduría es la necedad. Cuando caminamos en sabiduría, no necesariamente estamos conscientes del impacto que esta tiendo en nosotros. Mentirosamente, el necio se considera sabio en su propio corazón, enalteciéndose y pretendiendo ser lo que realmente nunca ha sido.
La necedad tiene diferentes fachadas o mascarillas que no le permiten ver la realidad y circunstancias de su vida. El necio ve y juzga las cosas simplisticamente, viéndolas testarudamente desde su punto de vista, no importándole los de otras personas. Se burlan de la opinión de los demás, considerándose superior intelectual, emocional, racial y espiritualmente que otros.
Aunque la sabiduría no está singularmente fundamentada en el intelectualismo o el conocimiento humano, el sabio comprende sus limitaciones y busca nunca estancarse, sino que continuamente está luchando por crecer y aprender. Reconoce que toda persona a su derredor tiene algo que aportarle y enseñarle, sin excluirlos por su género, edad, capacidad o experiencia.
Proverbios 1:22 (LBLA)
Una de las mayores contradicciones a la sabiduría es la necedad. Cuando caminamos en sabiduría, no necesariamente estamos conscientes del impacto que esta tiendo en nosotros. Mentirosamente, el necio se considera sabio en su propio corazón, enalteciéndose y pretendiendo ser lo que realmente nunca ha sido.
La necedad tiene diferentes fachadas o mascarillas que no le permiten ver la realidad y circunstancias de su vida. El necio ve y juzga las cosas simplisticamente, viéndolas testarudamente desde su punto de vista, no importándole los de otras personas. Se burlan de la opinión de los demás, considerándose superior intelectual, emocional, racial y espiritualmente que otros.
Aunque la sabiduría no está singularmente fundamentada en el intelectualismo o el conocimiento humano, el sabio comprende sus limitaciones y busca nunca estancarse, sino que continuamente está luchando por crecer y aprender. Reconoce que toda persona a su derredor tiene algo que aportarle y enseñarle, sin excluirlos por su género, edad, capacidad o experiencia.
Monday, February 7, 2011
SABIDURIA, DECIDIENDO QUE CAMINO TOMAR…
"Hijo mío, no andes en el camino con ellos, aparta tu pie de su senda."
Proverbios 1:15 (LBLA)
Es interesante notar que cada uno de nosotros somos tan diferentes a otros en muchos de los aspectos de la vida; las dimensiones de nuestros cuerpos, nuestra personalidad, nuestra capacidad intelectual y artística. Muchos de lo que somos no depende de nosotros; ¿Quién de nosotros puede añadir un centímetro a su altura? Aun personas con un gran interés y determinación no puede aprender a hacer cosas que no tiene la habilidad básica, o nata, para desarrollarla.
Afortunadamente si hay cosas que si están bajo nuestro control, cosas que nosotros podemos determinar en nuestras vidas. Cada uno de nosotros deberíamos tener un destino, una meta especifica, de cosas que desearíamos lograr en nuestras vidas. Lamentablemente, hay personas que tienen el deseo de lograr buenas metas, pero las decisiones (o caminos) que toman no los están encaminando hacia ellas.
Como un padre sabio, Salomón, nos insta a plasmar delante de nosotros una meta, a la misma vez, buscar los caminos correctos que nos guían hacia ese increíble destino. A pesar de que la religión moderna nos dice que: “todos los caminos llevan al mismo destino”, contario a lo que la Biblia nos enseña, insistentemente debemos de luchar por alcanzar lo que Dios a puesto para nuestras vidas.
Hay caminos o atajos que parecen fáciles, pero sus destinos son la destrucción. Recordemos que para Dios es tan importante la meta, como el proceso. Es por medio del diario caminar de la vida, que nos preparamos para el destino. Hoy es cuando Dios está desarrollando una eternidad en nosotros, y es por medio de nuestras decisiones diarias que estamos plasmando un destino claro y preciso para nuestras vidas.
Proverbios 1:15 (LBLA)
Es interesante notar que cada uno de nosotros somos tan diferentes a otros en muchos de los aspectos de la vida; las dimensiones de nuestros cuerpos, nuestra personalidad, nuestra capacidad intelectual y artística. Muchos de lo que somos no depende de nosotros; ¿Quién de nosotros puede añadir un centímetro a su altura? Aun personas con un gran interés y determinación no puede aprender a hacer cosas que no tiene la habilidad básica, o nata, para desarrollarla.
Afortunadamente si hay cosas que si están bajo nuestro control, cosas que nosotros podemos determinar en nuestras vidas. Cada uno de nosotros deberíamos tener un destino, una meta especifica, de cosas que desearíamos lograr en nuestras vidas. Lamentablemente, hay personas que tienen el deseo de lograr buenas metas, pero las decisiones (o caminos) que toman no los están encaminando hacia ellas.
Como un padre sabio, Salomón, nos insta a plasmar delante de nosotros una meta, a la misma vez, buscar los caminos correctos que nos guían hacia ese increíble destino. A pesar de que la religión moderna nos dice que: “todos los caminos llevan al mismo destino”, contario a lo que la Biblia nos enseña, insistentemente debemos de luchar por alcanzar lo que Dios a puesto para nuestras vidas.
Hay caminos o atajos que parecen fáciles, pero sus destinos son la destrucción. Recordemos que para Dios es tan importante la meta, como el proceso. Es por medio del diario caminar de la vida, que nos preparamos para el destino. Hoy es cuando Dios está desarrollando una eternidad en nosotros, y es por medio de nuestras decisiones diarias que estamos plasmando un destino claro y preciso para nuestras vidas.
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