Monday, August 29, 2011

SABIDURIA, ALCANZANDO PAZ Y FELICIDAD

Sus caminos son caminos agradables y todas sus sendas, paz. … Es árbol de vida para los que de ella echan mano, y felices son los que la abrazan.
Proverbios 3:17-18 (LBLA)

Se ha dicho que la paz no es, ni nunca será, la ausencia de problemas; mucho más cada uno de nosotros sabemos, por experiencia propia, que en la vida natural y humana está llena de dificultades.  Dios nunca nos ha prometido que habría ausencia de conflicto, sino que nos ha prevenido que habrán aflicciones cotidianas, pero su promesa es que “no nos dejará, ni nos abandonará” en medio de ellas.  En realidad, Dios usa esos problemas, para prepararnos para establecer el Reino de Dios dentro de nuestras vidas, formando nuestro carácter y transformando nuestra personalidad.

Muchos de nosotros, de tiempo en tiempo, nos podríamos encontrar en situaciones personales y familiares que humanamente podrían parecer que no pueden ser resueltos; que aún usando los mejores canales y métodos de resolución conocidos no encontramos forma para resolver el conflicto personal o interpersonal.  Aún en medio de los problemas, Dios ha deseado establecer Su paz en nosotros, para que logremos sensatamente confrontarlos y resolverlos.

Cada uno de nosotros hemos oído el dicho: hacer limonada de limones ó, en otros casos, guacamol de aguacates. Ninguno tiene la capacidad personal de prevenir los problemas en la vida, ni mucho menos, controlar lo que la gente al derredor nuestro dirá o hará; lo único que tenemos es el poder para hacer saber cómo responder ante los problemas que suscitan a nuestro contorno.   La sabiduría se vuelve la clave más importante en resolución de los dilemas diarios que enfrentamos; con conocimiento, entendimiento, prudencia y paciencia podremos enfrentar lo que podríamos cambiar, más aceptar y soportar lo que no podemos.

La felicidad solamente puede ser lograda cuando lleguemos a aceptar dentro de nuestro corazón las cosas que no podemos cambiar; aprendiendo a descansar en las dos cosas más importantes que tenemos en Dios: Su soberanía y Su omnipotencia.

Monday, August 22, 2011

SABIDURIA, LA VERDADERA PROSPERIDAD

Es más preciosa que las joyas, y nada de lo que deseas se compara con ella. … Larga vida hay en su mano derecha, en su mano izquierda, riquezas y honra.
Proverbios 3:15-16 (LBLA)

Cuando empezamos a considerar que son las cosas que cada uno de nosotros consideraríamos valiosas, llegaríamos a la conclusión que individualmente nombraríamos esas cosas que dentro de nosotros tienen un valor inmensurable. Para muchos, son los recuerdos plasmados en las fotografías y los objetos que nos recuerdan e identifican con los familiares y las relaciones a nuestro derredor.

Si se nos preguntara si dentro de nuestras posesiones, tuviéramos que escoger que es lo que rescataríamos de un fuego o una inundación, muchos recataríamos esas cosas que tienen un valor mayor que las finanzas.  Algunos, lamentablemente, aún sacrificarían o pondrían su vida en peligro por rescatar cosas como joyas, muebles o cosas que a corto y largo plazo pueden ser restituidos.

La Palabra de Dios nos enfatiza que hay cosas que son espirituales, trascendentales y eternales, cada uno tienen que determinar por si mismos si buscará lo eternal o lo temporal. El verdadero tesoro es en donde hemos puesto nuestro corazón, pero mucho más, en que cosas hemos puesta nuestra confianza y esperanza; deseando que ellas nos den un buen futuro y seguridad personal a largo plazo.  Esas cosas, enceguecidamente, creemos que nos hacen en mejores personas.

El verdadero tesoro es lo que tenemos que enriquece y hace mejor nuestras vidas y a las personas que están a nuestro derredor.  Nunca podremos lograr caminar a un nivel superior personalmente, si no estamos dispuestos a llenarnos de la sabiduría celestial, que nos hace mejores personas, nos lleva a relacionarnos y comportarnos correctamente con las personas que Dios ha puesto cerca de nosotros.  La sabiduría se vuelve entonces en la “joya” que nos une, nunca separa de otros; la que nos vuelve bendición para otros, porque llegamos a actuar prudente y concientemente delante de todos.

Monday, August 15, 2011

SABIDURIA, MEJOR QUE LAS RIQUEZAS

Bienaventurado el hombre que halla sabiduría y el hombre que adquiere entendimiento; … porque su ganancia es mejor que la ganancia de la plata, y sus utilidades mejor que el oro fino.
Proverbios 3:13-14 (LBLA)

Se ha dicho que la palabra “Bienaventurado” significa “doblemente dichoso”, en la que lograremos encontrar un doble beneficio y recompensa.  Así como Salomón, al pedir únicamente sabiduría, Dios lo dotó con todo lo demás incluyendo las riquezas y los bienes, sin olvidar el honor, el reconocimiento y el poder.

Muchos nos enfocamos únicamente en buscar algunos de estos “beneficios”; los deseamos con todo nuestro corazón y nos derramamos por lograr alcanzar alguna de estas cosas, tales como el reconocimiento y la admiración de otros, la influencia y el poder.  Más otros determinamos, sobre todas las cosas, lograr salir de la pobreza, decretando llegar a ser ricos por nuestra propia destreza, sacrificio e inteligencia.

Por la ceguera de nuestra vida, creemos que el único camino para la grandeza es lograr adquirir muchos bienes, volviéndose la marca de nuestro éxito, humanamente hablando.  Sacrificamos todo, incluyendo nuestra relación con Dios, el matrimonio, las amistades y nuestra propia paz, por lograr este triunfo efímero. De ninguna manera estamos afirmando, lo que otros hacen, aseverando que el dinero es malo, reconocemos que es imposible vivir nuestra vida sin el uso de las finanzas. Es por medio del dinero que logramos otras cosas que son tan necesarias para una vida exitosa, tales como: sostener a nuestra familia honorablemente, darle a Dios, ayudar al prójimo y crear una estabilidad para nuestro propio futuro.  

Estoy convencido que Dios establece un orden para todas las cosas, este principio no es una excepción.  Dios nos insta a “buscar primeramente” las cosas que deben de ser prioritarias y después todo las demás cosas se nos serán “añadidas”.  Hay muchas formas para alcanzar riquezas; algunas podrían ser considerados correctas u otras ilegales, más dentro de las Escrituras encontramos que la forma más segura y correcta para lograr la prosperidad duradera es buscar esforzadamente a adquirir y caminar diariamente en la sabiduría.

Monday, August 8, 2011

SABIDURIA, AJUSTANDONOS A LA DISCIPLINA DE DIOS

Hijo mío, no rechaces la disciplina del SEÑOR ni aborrezcas su reprensión, … porque el SEÑOR a quien ama reprende, como un padre al hijo en quien se deleita.
Proverbios 3:11-12 (LBLA)

Hay dos formas que podemos ver el envolvimiento de Dios en nuestras vidas: una como un Padre alcahueta o, el otro, como un Padre sumamente disciplinario, iracundo y distante. Ambos puntos de vista son opuestamente distintos a la realidad de lo que verdaderamente Dios es en cada uno de nosotros.

Muchos tienen dificultad de ver a Dios como una Padre disciplinario, porque ellos mismos fueron bruscamente violentados en un proceso “disciplinario” por aquel que debería de haberles corregido amorosamente. Muchos, lamentablemente, deseamos ver en Dios lo que no hemos visto en nuestros padres terrenales, u opuestamente, negamos la verdad de Dios, porque deseamos ver en Él algo que no es parte de su naturaleza.

Indudablemente, muchos no hemos visto a nuestro Padre Celestial correctamente, porque estamos traumatizados por los eventos que nos han ocurrido en el pasado.  Si hay dentro de nosotros esa profunda necesidad de sanidad, debemos de dejar que nuestro Padre Amoroso sane nuestras heridas y así comencemos a verlo a la luz de la verdad.

Una cosa entendemos del Dios Justo, que Él nunca tendrá por inocente al culpable.  No solamente conoce las intenciones y pensamientos de nuestro corazón, sino que en Su luz reveladora manifiesta lo oculto y escondido, sacándolo a luz de Su Justicia, así confrontando y poniendo orden en las cosas de nuestras vidas que por mucho tiempo han andado incorrectamente. 

La verdadera disciplina Divina no viene por medio de una física imposición de corrección, sino cuando aprendemos a someter nuestra voluntad, pensamientos y deseos a lo que Dios a prescrito para nosotros. Cuando aprendemos a someternos voluntariamente a Su corrección, comprenderemos que ese proceso se volverá leve y rápido, más si lo resistimos, Dios nos llevará por ese mismo camino hasta que aprendamos la lección.
 

Monday, August 1, 2011

SABIDURIA, LA HONRA PROSPERADORA

Honra al SEÑOR con tus bienes y con las primicias de todos tus frutos; … entonces tus graneros se llenarán con abundancia y tus lagares rebosarán de mosto.
Proverbios 3:9-10 (LBLA)

Después de que estudiamos profundamente las Escrituras, debemos que llega a comprender de que todo lo que Dios nos da, no es singularmente para nuestro beneficio o bendición, sino que siempre es para lo derramemos en la vida de otros. Todo lo que hemos recibido de las manos de Dios, es para que lo usemos en beneficio y bendición para otros. Cuando honramos a Dios, por medio de otros, es el momento en que logramos encontrar la verdadera felicidad.

Alcanzamos sabiduría cuando comprendemos que todo lo que Dios ha puesto en nuestras manos, no es sencillamente para satisfacer nuestro placer efímero, sino que por medio de esas cosas; sean dones, propiedades o beneficios naturales, o cada una de las cosas espirituales que Dios nos ha dado, son con el explicito propósito de honrarlo con ellas. 

Cuando nosotros consideramos que lo que tenemos son enteramente de nuestra propiedad o que nos la hemos ganado con nuestro propio esfuerzo, se vuelve casi imposible compartirlo con otros o darle a Dios la porción que a Él le pertenece como socio de nuestras vidas. Más cuando percibimos que todo lo que somos o llegaremos ser está cercanamente ligado a lo que Dios da e invierte en nosotros, nos lleva a la gratitud y a la generosidad, porque no estamos apegados a ninguna de estas cosas; empezamos a verlos como herramientas que Dios nos ha dado para edificar una vida digna, disponiéndonos en todo lo que somos a honrarlo.

La prosperidad, considerada como el favor de Dios y una vida llena de balance y estabilidad, viene singularmente cuando nos desprendemos de lo que tenemos, sabiendo de que fuente han venido. Recordamos que Dios es el que bendice la obra de nuestras manos, nos da fuerzas, nos llena de inteligencia y conocimiento en todo tipo de arte y don, así logrando tener éxito en todo lo que hacemos.