Monday, November 7, 2011

SABIDURIA, CAMINO DE BENDICION

La maldición del SEÑOR está sobre la casa del impío, pero El bendice la morada del justo.
Proverbios 3:33 (LBLA)

A muchos se nos ha enseñado en concepto que todo lo malo viene del enemigo y solamente lo bueno viene de Dios. La verdad es muy diferente, porque aun lo malo puede venir de Dios y lo bueno, si tiene algún propósito, puede venir del enemigo.  La diferencia está en el propósito y la raíz (o razón) de lo que nos está ocurriendo. No podemos ignorar el que somos, directa o indirectamente, responsables de lo que nos pasa u ocurre, vivimos diariamente el resultado de todo lo que hacemos, decimos o sembramos en nuestra vida y en los demás.

Es doloroso pensarlo y decirlo, pero la justicia de Dios no puede ser pasada por alto, aún Dios no la puede ignorar. Su justicia fue la que lo llevo a demandar un pago, el derramamiento de sangre inocente, por el pecado de todos nosotros. Él mismo se volvió Juez y sacrificio por el pecado, con la vida de Cristo fue satisfecha la demanda del pecado. Todo pecado, y toda maldad, traen consigo la demanda de un castigo, lo único que satisfará la justicia de Dios es el perdón impartida por la sangre de Jesucristo.

La definición de una persona impía o inicua es: aquella que hace lo malo a sabiendas o con conocimiento. Aún cuando hemos creído en Cristo Jesús como salvador, debemos de estar consientes que somos más responsables de nuestras acciones, porque ahora estamos en la luz y tenemos entendimiento de la verdad y de toda la Obra redentora de Jesucristo en la Cruz del Calvario. Como responsables, tenemos que dar cuenta de lo que hablamos, hacemos y nos abstenemos de hacer. Esto nos lleva a llevar sobre nosotros la pena y el resultado de nuestra iniquidad.

Desde el comienzo de la historia, hemos tenido la inmensa responsabilidad de decidir entre el bien y el mal, y por ese poder debemos de atenernos a las consecuencias. Dios nunca ha podido pasar por inocente al culpable, sin algún pago por la pena del pecado. Hoy más que nunca, tenemos a nuestra amplia disposición el perdón de nuestros pecados, huyendo así de la carga de “maldición” que pudiera venir sobre nosotros. Lamentablemente, mucho creyente, aunque ha creído no ha sabido actuar diariamente con los increíbles recursos que tenemos en Dios, que son: el arrepentimiento, la confesión y el perdón de nuestros pecados. Ya es tiempo que aprendamos a usarlos diariamente.

Tuesday, November 1, 2011

SABIDURIA, LLEGANDO A LA AMISTAD CON DIOS

Porque el hombre perverso es abominación para el SEÑOR; pero El es amigo íntimo de los rectos.
Proverbios 3:32 (LBLA)

Muchos en la humanidad tienen un concepto erróneo de Dios, lo ven distante y frio. Con el deseo de justificar su propio pecado, han vilificado a Dios, enfocado en la Palabra esos momentos en los cuales Él pagó con justicia la maldad de la humanidad. Lo han pintado como un Dios que se deleita en ver a los hombres sufrir, rápido en matar y herir a muchos. Lamentablemente, no han conocido de que sobre todas las cosas, Dios es Justo y que ensalza y glorifica la justicia en nosotros.

Su voluntad en la creación fue de tener una relación cercana e intima con nosotros, por esa razón se paseaba diariamente con Adán y Eva, caminó y se llevo a Enoc, llegó a ser el amigo de Moisés y Abraham. La Biblia nos dice que más que “conocer a Dios”, nuestra meta debe de ser “el ser conocidos por Él”. Él siempre ha deseado llegar a tener una amistad con nosotros, más el peor enemigo llega a ser nuestro propio pecado; el cual nos distancia y separa de Dios.

Siempre hemos sabido que una verdadera amistad es edificada sobre el respeto mutuo, la confianza y, sobre todo, la sabiduría y prudencia. Un amigo siempre es confiable y prudente en todo lo que hace, no traiciona y no busca ventaja de los demás; sabe cuando hablar y cuando callar, pero sobre todo cuando debe de guardar los secretos más íntimos que le dicho su amigo.

La verdadera revelación que encontramos en el Nuevo Testamento fue la que intimidad que podemos llegar a tener con Dios. Dios desea ya no llamarnos siervos o esclavos, sino amigos. Como amigos, debemos de cambiar las cosas que son necesarias en nuestra forma de hablar o actuar, porque ahora representamos una amistad con Dios; desde ahora en adelante cuando la gente nos mira, nos asociará con Dios. Ahora, más que nunca, debemos de llenarnos con sabiduría, para que sepamos cómo comportarnos en público, no solamente en privado, con lo que somos y hacemos afectamos positiva o negativamente lo que la gente cree de Dios.

Monday, October 24, 2011

SABIDURIA, TOMANDO LO BUENO, DESECHANDO LO MALO

No envidies al hombre violento, y no escojas ninguno de sus caminos;
Proverbios 3:31 (LBLA)

Dentro de nuestro ser Dios estableció la capacidad de pensamiento, discernimiento, intuición, y la conciencia; todas estas obran singular y colectivamente para mantenernos sanos, salvos y en el camino correcto. Todos estos deben de ser renovados por la presencia del Espíritu Santo, para que puedan comenzar a ser el plomo que nos mantiene en el lugar que nos corresponde.

Uno de los más increíbles regalos que Dios ha impartido a la humanidad es el de “decisión”; juntamente con el don viene la responsabilidad de cómo lo utilizamos. En todo momento del día, cada uno tienen la increíble responsabilidad de escoger y determinar que es lo que tomará y desechará en su vida, aprendiendo a determinar que es lo que adoptara y aprenderá de las personas que están a su derredor.  No todo lo que las personas hacen es lo correcto o digno para nosotros, debemos de revestirnos de la sabiduría de Dios, para que discirnamos lo correcto, el justo y lo que nos conviene.

Que bueno sería vivir en un mundo perfecto, en donde podríamos creer todo lo que otros nos dicen, aceptar lo que nos enseñan, o hacer lo que ellos hacen.  La realidad es muy diferente, vivimos en un mundo caído y desviado, en el cual todos hacen lo que su corazón le dice, determinan lo que es correcto por ellos mismos y no les importa lo que Dios ha plasmado para nuestro propio bien. Es necesario que cada uno de nosotros logre madurar y aumentar su nivel de sabiduría para que no sea llevado por las palabras suaves o convencedoras, y rechazar esas cosas que parecen atractivas, más llevan a la destrucción, división y caos.

Si hay algo que debemos de tomar para nosotros mismos debe de ser lo justo, lo bueno, lo agradable, lo que edifica y lo que ayuda a otros. Aprendamos a ensalzar y engrandecer las cosas que son dignas de admirar, porque nosotros nos volveremos lo que nosotros admiramos e imitamos; al final será lo que otros miraran en nosotros y verán si somos dignos de imitación.  Dios nos está llamando a ser hombres y mujeres de influencia; ¿Qué carácter hay en nosotros, con la cual podemos influenciar positivamente a otros?

Tuesday, October 18, 2011

SABIDURIA, UNIENDO Y NUNCA DIVIDIENDO

No contiendas con nadie sin motivo, si no te ha hecho daño.
Proverbios 3:30 (LBLA)

Las preguntas que nos podemos hacer es: ¿Cuándo es bueno confrontar a personas por el mal que ellos están haciendo? Y ¿Cuándo debemos de quedarnos callados porque no es el tiempo, ni el lugar para tratar algún problema con las personas? La sabiduría se vuelve el punto determinador si es oportuno o no confrontar a personas. Tan importante es la forma que nosotros confrontamos, como el lugar y el momento en que lo hacemos.  Hay cosas que no podemos dejar pasar, más debemos de ser sabios y prudentes en como debemos lidiar con los problemas que tenemos con otros o las malas actitudes que percibimos en los demás.

Cuando un padre y una madre ven en el otro, algún problema en su actitud su manera de comportarse, o la forma que está haciendo las cosas, debe de esperar hasta que están solos para conversar y tratar con el problema actual. Si un padre confronta al otro enfrente de los hijos, le está quitando el honor o el respeto que esa persona se merece. El problema debe de ser confrontado, más es preferible hacerlo en un ambiente que la persona no sienta la tentación de defender su honor, sino que pueda ser transparente y así poder corregir lo malo que esta haciendo.

Aún es importante como padres que sepamos que no debemos de corregir o disciplinar a nuestros hijos en lugares incorrectos. La disciplina no tiene la intención de avergonzar, castigar o de justificarnos a nosotros mismos, sino el de llevar al pleno entendimiento del mal que se ha hecho, la intención así como la acción. 

Así como la piedra se pule con otras, cada uno de nosotros somos formados y madurados por las personas que están a nuestro derredor. Más debemos de tener la suficiente prudencia cuando nos toca a nosotros ser la piedra de pulir de otros, que no seamos imprudentes, volviéndonos parte del problema con se inoportunos en lo que decimos o hacemos.  Siempre midamos no solamente nuestras palabras, sino estemos alertas de nuestra actitud, buscando el momento yel lugar oportuno para la confrontación.

En las relaciones interpersonales, no es suficiente tener buenas intenciones solamente, sino que debemos de revestirnos con sabiduría, para que logremos edificar las amistades; pero más importante aquellas relaciones que deben de durar una vida entera. Tantas veces una imprudencia, sea de palabra, gesto o acción , ha llevado al rompimiento de una amistad, relación o matrimonio, que Dios ha deseado que sea de bendición para nosotros.

Monday, October 10, 2011

SABIDURIA, FORTALECINDO RELACIONES SEGURAS

No trames el mal contra tu prójimo, mientras habite seguro a tu lado.
Proverbios 3:29 (LBLA)

La vida, es una serie de relaciones, algunas buenas y otras malas. Lo que marca la diferencia en nuestras vidas, si son buenas o malas, depende si nosotros logramos llegar a ser mejores personas como resultado de esa relación. No todas las buenas amistades serán placenteras, porque un buen amigo nos dirá la verdad, no nos dirá lo que queremos oír y no nos engañará, simplemente para mantener una “cómoda relación” con nosotros. No está buscando congraciarse con nosotros, para mantenernos cerca, sacando todo lo que quiere de nosotros.

Una de las cosas más difíciles que podemos hacer en la vida es luchar por las amistades y las relaciones que consideramos valiosas.  Algunas amistades potencialmente tienen la capacidad de ser duraderas, para toda la vida. Como una tierra fértil, la vida de otros tiene que ser sembrada, regada, fertilizada y, aún, podada. Si queremos algo que verdaderamente valga la pena, tenemos que estar dispuestos a invertir en ellos: tiempo, esfuerzo, lo que tenemos, lo que somos y, si fuere necesario, aún dinero. Lo bueno en la vida tiene un costo altísimo, usualmente invertimos más de lo que le sacamos a la vida.

Hay diferentes niveles de la relación, la más profunda es marcada por la vulnerabilidad. En alguna forma estamos exponiéndonos, cuando abrimos nuestro corazón a los demás. Sin esa vulnerabilidad, nunca lograremos amistades profundas y duraderas.  Para alcanzar una relación que verdaderamente valga, no simplemente de conveniencia, debemos aprender a abrir nuestras vidas; ser transparentes sobre quienes verdaderamente somos, porque si nos conocen y todavía nos aceptan, entonces vamos en un buen camino. La vulnerabilidad se establece cuando estamos propensos a que nos queden mal o nos traicionen, más vamos adelante confiados en que estamos edificando una amistad que vale la pena.

Creo que el preguntarnos: ¿Quién desea tener buenas amistades?  Sería de más, creo que cada uno de nosotros deberíamos de preguntarnos: ¿Si nosotros somos las buenas amistades que los demás necesitan y están buscando?  Lo terrible es que la respuesta de la mayoría es que no lo somos.  Antes de pedir que otros sean algo, nosotros debemos de aprender, sabia y prudentemente, a volvernos los amigos que ellos necesitan. Así, y solamente así, podremos cumplir con lo que es explicita e implícitamente esperado de nosotros en toda relación.

Monday, October 3, 2011

SABIDURIA, APROVECHANDO LAS OPORTUNIDADES PARA HACER EL BIEN

No niegues el bien a quien se le debe, cuando esté en tu mano el hacerlo. … No digas a tu prójimo: Ve y vuelve, y mañana te lo daré, cuando lo tienes contigo.
Proverbios 3:27-28(LBLA)

Se dice que las verdaderas oportunidades en la vida son muy esporádicas, especialmente aquellas que tienen la capacidad de impactar y transformar nuestras vida por completo. Algunos pasamos una vida completa esperando que ese tipo de oportunidad nos “caiga del Cielo”, estamos orando y esperando que Dios nos bendiga y nos ayude a alcanzar nuestros sueños.  El grave problema es que pasamos todo el tiempo, inactivos; porque estamos esperando que ese gran momento sorprendente.

Diariamente, delante de nosotros, tenemos las oportunidades para hacer bien, para ayudar al prójimo, para responder ante los dilemas que otros están enfrentando, defender al que está siendo victimizado, o simplemente dar una mano. En medio de nuestro diario vivir, veremos como Dios puede usar nuestra disposición y solicitud, para devolvernos un poco de lo que hemos hecho por otros.  En medio de todo, Dios está buscando en nosotros que dejemos el egocentrismo y que nos enfoquemos en dar de lo que Dios ha puesto dentro de nosotros y no buscar depender en la aportación de otros.

Aún en medio de nuestra propia necesidad, Dios nos ha dado algo en que podemos saciar, ayudar y levantar a otros. No todas las necesidades son financieras, la mayoría tienen otras necesidades y nosotros tenemos los dones y recursos para ayudarlos. Esa es la manera en que Dios hace su Obra en todos nosotros, cada uno tenemos algo que le podemos aportar a los demás.

Hemos oído el dicho que Dice: “Hoy por ti, mañana por mi”. Cuando nosotros nos despejamos de nuestros propios problemas y nos enfocamos en responder a la necesidad que otros tienen, podemos tener la certeza que Dios siempre responderá a las nuestras y abrirá oportunidades que en lo natural parecerían imposibles para nosotros; más es necesario que estemos ocupados en hacer lo que Dios ha puesto por delante de nuestra vida.  Dios llama y abre camino para los que están ocupados haciendo Su voluntad.

Monday, September 26, 2011

SABIDURIA, LA CONFIANZA QUE QUEBRANTA EL TEMOR

Cuando te acuestes no tendrás temor, sí, te acostarás y será dulce tu sueño. … No temerás el pavor repentino, ni el ataque de los impíos cuando venga, … porque el SEÑOR será tu confianza, y guardará tu pie de ser apresado.
Proverbios 3:24-26 (LBLA)

Dentro del ámbito de nuestra vida Cristiana, hay dos fuerzas totalmente distintas y opuestas que están luchando por atraernos; una para edificación y la otra para encadenarnos y limitarnos.  De un lado tenemos el temor, con sus cuatrocientas y más fobias que su única intención es de llevarnos cautivos, estorbándonos para que nunca logremos vivir y alcanzar todo lo que Dios nos ha dado. Cada fobia, abiertamente reconocida por los doctores, psicólogos y psiquiatras como problemas viables y diagnosticables.  Desafortunadamente, muchas de ellas totalmente contrarias la una de la otra, llevándonos a una total incomprensión del problema fundamental del ser humano.

El temor es generado dentro de cada uno de nosotros cuando algo nos ha ocurrido que nos altera, hiere, sorprende, o vuelve inseguros.  El temor nos vuelve hipersensibles al ambiente que nos rodea, volviéndonos “cautelosos” porque no queremos que algo nos vuelva a suceder o, preventivamente, queremos protegernos de lo que creemos que nos pudiera ocurrir. Si el “temor” fuera solamente un acto de prevención personal, no sería malo, sino que nos lleva siempre a los extremos subyugándonos y no permitiéndonos lo que debería de ser un acto normal para nosotros.

Totalmente contrario al temor, tenemos la fe; la cual ve lo que puede ocurrir, pero sabe quien tiene el soberano control sobre nuestras vidas y destinos.  La tendencia humana es llevarnos a poner nuestros ojos en los seres humanos, o desafortunadamente, en nosotros mismos.  Creemos que alguno puede protegernos y guardarnos del mal que “pudiera” acontecer.
El temor nace, cuando hemos sido defraudados en esa fe que hemos puesto en las cosas, personas, o la misma religión.  El temor y la fe llegan a ser totalmente contrarios, porque lo que la fe es para Dios, el temor es para el enemigo; una motivación que abre puertas en nuestras vidas en donde él nos puede atacar.

La fe más pura y madura se manifiesta cuando estamos dispuestos a confiar total y plenamente en Dios, no importando de las circunstancias que estamos enfrentando, o lo que pudiera estar sucediendo a nuestro derredor.  La confianza se vuelve el único lugar de descanso, porque conocemos en quien nosotros hemos creído. Hoy más que nunca, ante el clima generalizado de inseguridad, los hijos de Dios nos encontramos con la decisión: vamos a poner nuestra esperanza y mirada en las cosas que nos rodean o estamos dispuestos a pesar de lo que naturalmente está ocurriendo creeremos y aceptaremos que Dios es suficiente y poderoso para salvarnos, protegernos y librarnos en medio de los problemas.

Monday, September 19, 2011

SABIDURIA, SEGURIDAD VERDADERA

Entonces andarás con seguridad por tu camino, y no tropezará tu pie.
Proverbios 3:23 (LBLA)

En el mundo en que vivimos, experimentamos tremenda inseguridad y desasosiego; sin generalizarlo, casi pudiéramos decir que no hay lugar seguro, muchos de nosotros estamos afanados por nuestra propia seguridad y la de los nuestros. He tenido la oportunidad de viajar en muchísimos lugares, algunos de ellos sumamente inseguros. Nuestra reacción natural es la de vivir y andar temerosamente, todos los momentos del día; asegurándonos de que nadie nos sigue, que las puertas están cerradas con doble candado, que no vamos a lugares inseguros, o que no nos exponemos al mal.

Si el temor que sentimos es el resultado natural de haber logrado un nivel socio-económico alto y sentimos que somos blanco de los celos o las malas intenciones de los demás, sería razonable que tomáramos medidas precautivas. Más vivir atemorizado por lo que pudiera, o no, ocurrir, no es la genuina intención de Dios. Aún en la prosperidad, Dios desea darnos paz y tranquilidad para que la gocemos. Ojala que llegue el momento que aprendamos a descansar en el Dios soberano y todopoderoso, quien nos pueda cuidar y proteger de todo el mal que el mundo querrá hacernos.

Hay momentos en los cuales le he preguntado a Dios: ¿Hasta dónde llega mi responsabilidad propia, y cuando comienza la tuya? He percibido que Dios me ha respondido, ratificándome que cada uno de nosotros somos responsables de andar “prudentemente”, nunca presunciosamente, simplemente porque creemos que Dios nos hace inmunes o invencibles.  Dios nunca será un amuleto de buena suerte que nos proteja de cosas, sino que Él nos ha prometido que en medio de nuestros conflictos no nos dejará o abandonará.

Cada uno de nosotros debemos de considerar nuestros caminos, sabiamente determinar que es lo que debemos o no nos conviene hacer.  Con inteligencia y conocimiento, debemos dejar que nuestro entendimiento espiritual nos guie, alertándonos de los peligros eminentes que pudieran estar frente a nosotros; lamentablemente, por nuestro sentido de responsabilidad o, sencillamente, un emocionalismo hacemos cosas que pudieran ponernos en peligro, así llegando a estar propensos a desviarnos de todo lo que Dios desea hacer en y a través de nosotros en la humanidad.

Tuesday, September 13, 2011

SABIDURIA, SU ADORNO A DERREDOR NUESTRO

Hijo mío, no se aparten estas cosas de tus ojos, guarda la prudencia y la discreción, … y serán vida para tu alma, y adorno para tu cuello.
Proverbios 3:21-22 (LBLA)

Para el mundo en que nos movemos, las apariencias son lo más importante, por eso es individualmente la mayoría de personas gastan una pequeña fortuna, a través de su vida, en productos de higiene personal y maquillaje, sin incluir los que regularmente se hacen tratamientos de “belleza”.  Algunos se someten a procesos  quirúrgicos aún más extremos y costos para querer parar el proceso de envejecimiento o, solamente,  alterar su aspecto natural.

Lamentablemente, algunos de nosotros no nos gusta lo que Dios nos ha dado, si tuviéramos el poder de cambiar algunas cosas lo haríamos; probablemente cambiaríamos el aspecto de nuestro rostro, la altura, el color de la piel, el aspecto del pelo, o primordialmente el peso.  Muchos debemos de aprender a llegar al contentamiento de lo que somos, aprender a vivir con lo que Dios nos ha dado o hecho. Razonablemente, hay cosas como el peso, que con un poco de determinación y disciplina tenemos la capacidad de controlar permanentemente.

La verdadera belleza eternal no es aquello externo, que con el tiempo envejece y muere, sino la que verdaderamente brilla y la que nos hace atractivos y aceptables a los demás.  El resultado principal de la belleza física es una relación superficial, pero si estamos buscando relaciones duraderas y profundas debemos de buscar encontrar dentro de nosotros la belleza que es sustentada por la sabiduría.

La sabiduría, en todas sus manifestaciones tales como: prudencia, entendimiento, discernimiento, así como los demás; estas obran un cambio profundo en la forma que nosotros vemos el mundo y el futuro, como nos relacionamos con las demás personas, y sobre todo, altera el proceso de la toma de decisiones diariamente, ahuyentando las equivocaciones que pudieran robarnos la paz, el gozo, y el descanso. Tales cosas nos llevan a vivir una vida deprimida, amargada y ansiosa, las cuales se vuelven la manera más rápida de perder nuestra hermosura y atracción.

Monday, September 5, 2011

SABIDURIA, HERRAMIENTA DIVINA PARA CREACION Y RESTAURACION

Con sabiduría fundó el SEÑOR la tierra, con inteligencia estableció los cielos. … Con su conocimiento los abismos fueron divididos y los cielos destilan rocío.
Proverbios 3:19-20 (LBLA)

A través de los siglos, desde la creación, Dios se ha vuelto nuestro mayor modelo, mostrándonos como usó la sabiduría para crear orden en medio del caos, como crear algo de la “nada”, como darle vida a algo que estaba muerto, como aprovechar lo que tenemos a la mano y hacerlo algo increíblemente bello y de bendición a muchos.  

Cada uno de nosotros, constantemente enfrentaremos situaciones en nuestras vidas, o aún en las vidas de los que Dios ha puesto cerca de nosotros, que se podrían parecer a Génesis 1:2 “desordenada y vacía”.  Hay momentos que muchos de nosotros sentimos que nuestras vidas, matrimonios, familias, amistades y empresas están en caos, que en alguna forma ha habido muerte (sea emocional, espiritual o financiera) y que ya no hay esperanza.

En esos momentos creeríamos que debemos de acabar con todo, para comenzar de nuevo. Algunos pensamos que nada bueno puede salir de lo que estamos viviendo; otros motivamos por la desesperación desearíamos olvidarnos del pasado, para empezar a vivir una nueva experiencia.  El problema con todas estas soluciones es que muchos de los problemas están dentro de nosotros, no podemos continuar haciendo lo mismo y esperar resultados diferentes.

Siguiendo el modelo de Dios, debemos de caminar sabiamente en esas cosas que parecen imposibles, y veremos como Dios puede ayudarnos a traer orden del caos en que nos encontramos.  Podremos ver como de lo que parece muerto, y perdido, con nuestras sabias decisiones, Dios puede dar vida.  Dios nos puede ayudar a utilizar y aprovechar lo que tenemos a nuestra disposición para producir algo bello y que sea de bendición a muchos.

Monday, August 29, 2011

SABIDURIA, ALCANZANDO PAZ Y FELICIDAD

Sus caminos son caminos agradables y todas sus sendas, paz. … Es árbol de vida para los que de ella echan mano, y felices son los que la abrazan.
Proverbios 3:17-18 (LBLA)

Se ha dicho que la paz no es, ni nunca será, la ausencia de problemas; mucho más cada uno de nosotros sabemos, por experiencia propia, que en la vida natural y humana está llena de dificultades.  Dios nunca nos ha prometido que habría ausencia de conflicto, sino que nos ha prevenido que habrán aflicciones cotidianas, pero su promesa es que “no nos dejará, ni nos abandonará” en medio de ellas.  En realidad, Dios usa esos problemas, para prepararnos para establecer el Reino de Dios dentro de nuestras vidas, formando nuestro carácter y transformando nuestra personalidad.

Muchos de nosotros, de tiempo en tiempo, nos podríamos encontrar en situaciones personales y familiares que humanamente podrían parecer que no pueden ser resueltos; que aún usando los mejores canales y métodos de resolución conocidos no encontramos forma para resolver el conflicto personal o interpersonal.  Aún en medio de los problemas, Dios ha deseado establecer Su paz en nosotros, para que logremos sensatamente confrontarlos y resolverlos.

Cada uno de nosotros hemos oído el dicho: hacer limonada de limones ó, en otros casos, guacamol de aguacates. Ninguno tiene la capacidad personal de prevenir los problemas en la vida, ni mucho menos, controlar lo que la gente al derredor nuestro dirá o hará; lo único que tenemos es el poder para hacer saber cómo responder ante los problemas que suscitan a nuestro contorno.   La sabiduría se vuelve la clave más importante en resolución de los dilemas diarios que enfrentamos; con conocimiento, entendimiento, prudencia y paciencia podremos enfrentar lo que podríamos cambiar, más aceptar y soportar lo que no podemos.

La felicidad solamente puede ser lograda cuando lleguemos a aceptar dentro de nuestro corazón las cosas que no podemos cambiar; aprendiendo a descansar en las dos cosas más importantes que tenemos en Dios: Su soberanía y Su omnipotencia.

Monday, August 22, 2011

SABIDURIA, LA VERDADERA PROSPERIDAD

Es más preciosa que las joyas, y nada de lo que deseas se compara con ella. … Larga vida hay en su mano derecha, en su mano izquierda, riquezas y honra.
Proverbios 3:15-16 (LBLA)

Cuando empezamos a considerar que son las cosas que cada uno de nosotros consideraríamos valiosas, llegaríamos a la conclusión que individualmente nombraríamos esas cosas que dentro de nosotros tienen un valor inmensurable. Para muchos, son los recuerdos plasmados en las fotografías y los objetos que nos recuerdan e identifican con los familiares y las relaciones a nuestro derredor.

Si se nos preguntara si dentro de nuestras posesiones, tuviéramos que escoger que es lo que rescataríamos de un fuego o una inundación, muchos recataríamos esas cosas que tienen un valor mayor que las finanzas.  Algunos, lamentablemente, aún sacrificarían o pondrían su vida en peligro por rescatar cosas como joyas, muebles o cosas que a corto y largo plazo pueden ser restituidos.

La Palabra de Dios nos enfatiza que hay cosas que son espirituales, trascendentales y eternales, cada uno tienen que determinar por si mismos si buscará lo eternal o lo temporal. El verdadero tesoro es en donde hemos puesto nuestro corazón, pero mucho más, en que cosas hemos puesta nuestra confianza y esperanza; deseando que ellas nos den un buen futuro y seguridad personal a largo plazo.  Esas cosas, enceguecidamente, creemos que nos hacen en mejores personas.

El verdadero tesoro es lo que tenemos que enriquece y hace mejor nuestras vidas y a las personas que están a nuestro derredor.  Nunca podremos lograr caminar a un nivel superior personalmente, si no estamos dispuestos a llenarnos de la sabiduría celestial, que nos hace mejores personas, nos lleva a relacionarnos y comportarnos correctamente con las personas que Dios ha puesto cerca de nosotros.  La sabiduría se vuelve entonces en la “joya” que nos une, nunca separa de otros; la que nos vuelve bendición para otros, porque llegamos a actuar prudente y concientemente delante de todos.

Monday, August 15, 2011

SABIDURIA, MEJOR QUE LAS RIQUEZAS

Bienaventurado el hombre que halla sabiduría y el hombre que adquiere entendimiento; … porque su ganancia es mejor que la ganancia de la plata, y sus utilidades mejor que el oro fino.
Proverbios 3:13-14 (LBLA)

Se ha dicho que la palabra “Bienaventurado” significa “doblemente dichoso”, en la que lograremos encontrar un doble beneficio y recompensa.  Así como Salomón, al pedir únicamente sabiduría, Dios lo dotó con todo lo demás incluyendo las riquezas y los bienes, sin olvidar el honor, el reconocimiento y el poder.

Muchos nos enfocamos únicamente en buscar algunos de estos “beneficios”; los deseamos con todo nuestro corazón y nos derramamos por lograr alcanzar alguna de estas cosas, tales como el reconocimiento y la admiración de otros, la influencia y el poder.  Más otros determinamos, sobre todas las cosas, lograr salir de la pobreza, decretando llegar a ser ricos por nuestra propia destreza, sacrificio e inteligencia.

Por la ceguera de nuestra vida, creemos que el único camino para la grandeza es lograr adquirir muchos bienes, volviéndose la marca de nuestro éxito, humanamente hablando.  Sacrificamos todo, incluyendo nuestra relación con Dios, el matrimonio, las amistades y nuestra propia paz, por lograr este triunfo efímero. De ninguna manera estamos afirmando, lo que otros hacen, aseverando que el dinero es malo, reconocemos que es imposible vivir nuestra vida sin el uso de las finanzas. Es por medio del dinero que logramos otras cosas que son tan necesarias para una vida exitosa, tales como: sostener a nuestra familia honorablemente, darle a Dios, ayudar al prójimo y crear una estabilidad para nuestro propio futuro.  

Estoy convencido que Dios establece un orden para todas las cosas, este principio no es una excepción.  Dios nos insta a “buscar primeramente” las cosas que deben de ser prioritarias y después todo las demás cosas se nos serán “añadidas”.  Hay muchas formas para alcanzar riquezas; algunas podrían ser considerados correctas u otras ilegales, más dentro de las Escrituras encontramos que la forma más segura y correcta para lograr la prosperidad duradera es buscar esforzadamente a adquirir y caminar diariamente en la sabiduría.

Monday, August 8, 2011

SABIDURIA, AJUSTANDONOS A LA DISCIPLINA DE DIOS

Hijo mío, no rechaces la disciplina del SEÑOR ni aborrezcas su reprensión, … porque el SEÑOR a quien ama reprende, como un padre al hijo en quien se deleita.
Proverbios 3:11-12 (LBLA)

Hay dos formas que podemos ver el envolvimiento de Dios en nuestras vidas: una como un Padre alcahueta o, el otro, como un Padre sumamente disciplinario, iracundo y distante. Ambos puntos de vista son opuestamente distintos a la realidad de lo que verdaderamente Dios es en cada uno de nosotros.

Muchos tienen dificultad de ver a Dios como una Padre disciplinario, porque ellos mismos fueron bruscamente violentados en un proceso “disciplinario” por aquel que debería de haberles corregido amorosamente. Muchos, lamentablemente, deseamos ver en Dios lo que no hemos visto en nuestros padres terrenales, u opuestamente, negamos la verdad de Dios, porque deseamos ver en Él algo que no es parte de su naturaleza.

Indudablemente, muchos no hemos visto a nuestro Padre Celestial correctamente, porque estamos traumatizados por los eventos que nos han ocurrido en el pasado.  Si hay dentro de nosotros esa profunda necesidad de sanidad, debemos de dejar que nuestro Padre Amoroso sane nuestras heridas y así comencemos a verlo a la luz de la verdad.

Una cosa entendemos del Dios Justo, que Él nunca tendrá por inocente al culpable.  No solamente conoce las intenciones y pensamientos de nuestro corazón, sino que en Su luz reveladora manifiesta lo oculto y escondido, sacándolo a luz de Su Justicia, así confrontando y poniendo orden en las cosas de nuestras vidas que por mucho tiempo han andado incorrectamente. 

La verdadera disciplina Divina no viene por medio de una física imposición de corrección, sino cuando aprendemos a someter nuestra voluntad, pensamientos y deseos a lo que Dios a prescrito para nosotros. Cuando aprendemos a someternos voluntariamente a Su corrección, comprenderemos que ese proceso se volverá leve y rápido, más si lo resistimos, Dios nos llevará por ese mismo camino hasta que aprendamos la lección.
 

Monday, August 1, 2011

SABIDURIA, LA HONRA PROSPERADORA

Honra al SEÑOR con tus bienes y con las primicias de todos tus frutos; … entonces tus graneros se llenarán con abundancia y tus lagares rebosarán de mosto.
Proverbios 3:9-10 (LBLA)

Después de que estudiamos profundamente las Escrituras, debemos que llega a comprender de que todo lo que Dios nos da, no es singularmente para nuestro beneficio o bendición, sino que siempre es para lo derramemos en la vida de otros. Todo lo que hemos recibido de las manos de Dios, es para que lo usemos en beneficio y bendición para otros. Cuando honramos a Dios, por medio de otros, es el momento en que logramos encontrar la verdadera felicidad.

Alcanzamos sabiduría cuando comprendemos que todo lo que Dios ha puesto en nuestras manos, no es sencillamente para satisfacer nuestro placer efímero, sino que por medio de esas cosas; sean dones, propiedades o beneficios naturales, o cada una de las cosas espirituales que Dios nos ha dado, son con el explicito propósito de honrarlo con ellas. 

Cuando nosotros consideramos que lo que tenemos son enteramente de nuestra propiedad o que nos la hemos ganado con nuestro propio esfuerzo, se vuelve casi imposible compartirlo con otros o darle a Dios la porción que a Él le pertenece como socio de nuestras vidas. Más cuando percibimos que todo lo que somos o llegaremos ser está cercanamente ligado a lo que Dios da e invierte en nosotros, nos lleva a la gratitud y a la generosidad, porque no estamos apegados a ninguna de estas cosas; empezamos a verlos como herramientas que Dios nos ha dado para edificar una vida digna, disponiéndonos en todo lo que somos a honrarlo.

La prosperidad, considerada como el favor de Dios y una vida llena de balance y estabilidad, viene singularmente cuando nos desprendemos de lo que tenemos, sabiendo de que fuente han venido. Recordamos que Dios es el que bendice la obra de nuestras manos, nos da fuerzas, nos llena de inteligencia y conocimiento en todo tipo de arte y don, así logrando tener éxito en todo lo que hacemos.

Monday, July 25, 2011

SABIDURIA, SALUD INTEGRAL

No seas sabio a tus propios ojos, teme al SEÑOR y apártate del mal. … Será medicina para tu cuerpo y refrigerio para tus huesos.
Proverbios 3:7-8 (LBLA)

Por mucho tiempo se nos ha presentado el concepto que la sabiduría es en simple entendimiento entre el bien y el mal; más es imperante que se vuelva la acción que esta íntimamente ligada como resultado del conocimiento. No es suficiente saber, conocer o entender, sino hacer lo que es justo, correcto y agradable a Dios.  La verdadera sabiduría comienza en conocernos a nosotros mismos; nuestras limitaciones y fortalezas, comenzando siendo genuinos con nosotros mismos acerca de nuestra propia realidad.

Hay muchos de nosotros que tenemos mayor concepto de nosotros mismos de lo que deberíamos tener; lo peor es que nos hemos mentido y engañado a nosotros mismos. Creemos que podemos vivir nuestra vida a la orilla del precipicio, sin caer en el. Creemos que podemos escaparnos, por nuestras propias habilidades, de cualquier situación y problema en que nos encontremos.

La sabiduría entonces se convierte en la alarma que nos llama cuando nos estamos acercando al peligro, ayudándonos a no caer ante los engaños y maquinaciones de nuestro propio corazón. Nos lleva a desear vivir nuestra vida conforme a los preceptos que Dios ha establecido, aunque tengamos una oportunidad de hacer lo que deseamos, decidimos agradarlo aún cuando parezca que no nos ve.

Esta determinación personal; buscando lo que Dios tiene para nosotros, se convierte en nuestra mejor herramienta de salud y bienestar personal. Es la medicina que mantiene sana nuestra mente, corazón, voluntad, espíritu, y naturalmente, nuestro cuerpo.  Es la que nos lleva a vivir una vida balaceada, aunque tengamos la oportunidad de hacer lo que es contrario, o lo que nos agrada, sin que nadie esté presente para juzgarnos.

Tuesday, July 19, 2011

SABIDURIA, RECONOCIENDO NUESTRAS LIMITACIONES

Confía en el SEÑOR con todo tu corazón, y no te apoyes en tu propio entendimiento. … Reconócele en todos tus caminos, y El enderezará tus sendas.
Proverbios 3:5-6 (LBLA)

Una de las increíbles realidades de nuestra propia humanidad es reconocer que definitivamente no podemos hacer todo, que no somos invencibles y todos poderosos. Nuestra “humanidad” nos lleva a comprender y conocer nuestras limitaciones, reconocer que hay cosas podemos o no podemos hacer.  Cada uno de nosotros, podemos lograr mucho más de lo que nosotros creemos, más primeramente necesitamos entender nuestras limitaciones, para que conquistemos aquellas  áreas y cosas en nuestras vidas que nos parecen importantes.

Aunque la clave del éxito está en reconocer primordialmente nuestras limitantes; tenemos con nosotros el mayor de los ingredientes del éxito: Dios mismo.  Cuando nos conocemos a nosotros mismos, solamente entonces empezamos a conocer a Dios como Él verdaderamente es. Solamente entonces para nosotros, nuestra debilidad se vuelve en fuerza, nos agarramos de la Omnipotencia de Dios.

Nos hemos convencido que la “fe” es sencillamente creer en Dios; nos hemos persuadido que es una varita mágica, que nos da todo lo que queremos. La “fe” comienza a ser una realidad cuando sabiamente entendemos nuestras barreras personales, porque allí es cuando iniciamos a poner nuestra confianza, no en nosotros mismos o nuestras habilidades, sino en la potencia de Dios mismo. No podemos “confiar” en nosotros mismos, a la misma vez que confiamos en Dios; son en sí mismas una contradicción.

La promesa de Dios se vuelve real cuando no dependemos en nosotros mismos, sino que nuestros ojos están puestos en Él, aunque nos hemos equivocado y hemos terminado en un lugar totalmente opuesto a lo  que habíamos planificado o buscado, Dios endereza nuestros planes y nos vuelve al lugar en donde deberíamos de estar.

Monday, July 11, 2011

SABIDURIA, EL FAVOR DE LA VERDAD

La misericordia y la verdad nunca se aparten de ti; átalas a tu cuello, escríbelas en la tabla de tu corazón. … Así hallarás favor y buena estimación ante los ojos de Dios y de los hombres.
Proverbios 3:3-4 (LBLA)

Para tantos de nosotros, cuando crecemos personalmente, logrando obtener un nivel, sea académico, social o económico, nos volvemos insoportablemente orgullosos, nadie puede corregir, instruir o enseñarnos. El alcanzar conocimiento es opuestamente contrario a desarrollar sabiduría dentro de nuestras vidas; el que es sabio conoce sus limitaciones, su indiscutible necesidad de continuar creciendo y aprendiendo y reconoce que no es una isla humana, viviendo separadamente de los demás.

Aunque la sabiduría está compuesta de conocimiento, es vital que tenga dos elementos indispensables, sobre los cuales edifica la sabiduría: la verdad y la misericordia. La verdad y la misericordia se balancean mutuamente; singularmente son peligrosos en sí mismos, porque tienen la capacidad de destruir a otros, pero especialmente al que los posee. La Verdad en si arrogantemente condena a los que tienen opiniones y respuestas diferentes, manifestando la misericordia individualmente se vuelve alcahueta.

El éxito de la sabiduría depende de ese balance estratégico entre la verdad y la misericordia, edificando relaciones fuertes y saludables; conociendo el momento de hablar con la verdad y los momentos cuando debemos de responder con misericordia.

El favor en nuestras vidas, no solamente es un don impartido directamente por Dios sobre nosotros que sorprendentemente nos acompaña en todos los quehaceres de cotidianos, sino que es algo que nos ganamos con nuestra conducta y con la sabiduría con que nos comportamos y relacionamos con los demás. El favor se vuelve la aceptación, y la credibilidad que hemos logrado en la vida de otros, el nivel del respeto que otros le dan a nuestras palabras.

Wednesday, July 6, 2011

SABIDURIA, INDISCUTIBLES PROMESAS

Hijo mío, no te olvides de mi enseñanza, y tu corazón guarde mis mandamientos, … porque largura de días y años de vida y paz te añadirán.
Proverbios 3:1-2 (LBLA)

Ninguno de nosotros tenemos forma de garantizar nuestro futuro o como saldrán las cosas; mucho menos, determinar como y cuando moriremos. Más las Escrituras plasman sus promesas, decretando que podremos lograr largura, y naturalmente calidad, de vida. Muchos de nosotros nos recordamos del primer mandamiento con promesa: “Honra a tu padre y a tu madre, para que te vaya bien y tengas largura de días.”

En la Biblia, el término “honor” tiene que ver primordialmente con la relación que nosotros tenemos con otros, especialmente con aquellas que han sido establecidas por Dios. Cuando nos referimos a la imagen de los padres, debemos que recordar que no solamente debemos de honrarlos con nuestras palabras y actitudes, sino con lo que tenemos y somos. Más como hijos, nuestra responsabilidad es de atender y respetar sus consejos e instrucciones, los cuales han sido alcanzados por medio de una larga trayectoria de victorias y fracasos, que los ha llevado alcanzar un nivel de sabiduría experimental, proveyéndonos de una indiscutible ventaja sobre los demás.

Lamentablemente, muchos de nosotros, por una insensata inmadurez creemos que “todo lo sabemos”, o por lo menos, nos hemos convencido de eso, cerrando instantáneamente nuestros oídos y corazones a lo que ellos desean transmitirnos. El primer paso para la sabiduría es comprender que “no sabemos todo”, que necesitamos lo que otros tienen y saben. Probablemente, la mayor de las riquezas que tenemos a nuestro favor es que los que están a nuestro derredor tienen la capacidad de observar nuestras vidas, y nuestras circunstancias, de una perspectiva diferente a la nuestra.

El sabio, sobre todas las cosas, busca el consejo y la enseñanza de aquellos que lo preceden en la vida. Por la sabiduría, comprende sus limitaciones, y la indiscutible ventaja de tener a otros que nos guían para que no tengamos que experimentar algunos de los dolorosos fracasos y lecciones que todos tenemos que aprender.

Monday, June 27, 2011

SABIDURIA, MORADA DE SEGURIDAD

Porque los rectos morarán en la tierra, y los íntegros permanecerán en ella; … pero los impíos serán cortados de la tierra, y los pérfidos serán desarraigados de ella.
Proverbios 2:21-22 (LBLA)

Muchos nos podríamos preguntar: ¿Cuál es la verdadera marca de la prosperidad y el éxito? Conforme a la opinión general; el alcanzar a tener mucho dinero, propiedades, y el honor, respeto y la admiración de muchos.  ¿De que sirve lograr estas cosas efímeras, si no tenemos la estabilidad para lograr gozarlas? Cuando vemos la intención de Dios; para Él el éxito tiene más que ver con la capacidad de vivir una abundancia de vida, gozando de lo poco o lo mucho que hemos logrado obtener.   

Cuando buscamos las riquezas neciamente, manipulando las circunstancias, buscando alcanzar las riquezas  rápidamente, notaremos que ellas no son valoradas y permanentes.  Para alcanzar la prosperidad debemos tener un plan sensato y sabio, una estrategia a corto y a largo plazo.  Definitivamente la prosperidad es el resultado de un arduo trabajo y tener una clara visión del futuro.

Cuando caminamos sabiamente delante de Dios y de los hombres, podremos ver los planes de Dios cumplidos dentro de nuestra vida; más cuando nos rebelamos, Dios podrá cortarnos de ese futuro que Él ha estado soñando sobre nosotros. La verdadera bendición es lograr tener una calidad de vida, tener personas con quien gozar de esa vida y tener a Dios de nuestro lado, fortaleciéndonos y llenándonos de gracia para que logremos vencer y sobrepasar los problemas que definitivamente vendrán a nuestras vidas.

La mejor forma de garantizar nuestro futuro es disponiéndonos sabiamente a vivir una vida recta, agradable a Dios, alejándonos de las cosas que no nos convienen.  Entonces el favor de Dios ira delante de nosotros llenándonos de Su gracia delante de los hombres, bendiciendo todo lo que nosotros pongamos nuestras manos para hacer.

Monday, June 20, 2011

SABIDURIA, DEL LADO VENCEDOR

Por tanto andarás en el camino de los buenos, y guardarás las sendas de los justos;
Proverbios 2:20 (LBLA)

Si una palabra pudiera definir la labor de la sabiduría dentro de nuestras vidas es: escudo. En nosotros que poseemos, por lo mínimo en potencia, la sabiduría de Dios, deberíamos de lograr caminar en sensatez, creando un estándar para nuestras vidas hacia donde caminar; logrando modelar correctamente los principios que tanto hemos predicado a través de los años.

Dentro de todos nosotros mora el pecado; siendo la tendencia y la debilidad hacia ciertas cosas que nos podrían derribar. La tentación realmente ocurre cuando hay la posibilidad de caer, porque hay el deseo o la voluntad de hacer lo contrario, lo que se nos ha determinado que no debemos o produce en nosotros el inmenso placer que nos seduce. Nuestro viejo hombre siempre quiere hacer lo que es contrario o lo que se le prohíbe a hacer.

Para el hijo de Dios hay un estándar, una “medida” establecida por Jesucristo, definiendo lo que es llegar a ser “justo” o “bueno”.  A pesar de nuestra naturaleza humana-carnal, Dios ha puesto dentro de nosotros la capacidad de alcanzar grandeza, logrando el éxito conforme a la definición divina.

Cotidianamente la sabiduría es definida por las decisiones que tomamos, cuando somos bombardeados por los diferentes dilemas de la vida. Al sabio no hay que controlarlo o supervisarlo, porque ha desarrollado la disciplina interna para lograr caminar en fidelidad, honestidad y constancia en cualquier ambiente que se encuentre. Su rectitud no depende del ambiente, sino de la transformación de su corazón y de la madurez que ha desarrollado con su la intimidad que tiene con Dios.